Una KOKEDAMA de Aloe Vera agonizante, fue abandonada por unas emprendedoras al dejar su local.
Rescatada, sin las puntas amarillas de sus gajos y con algunos cuidados, pronto recobró su hermoso verde natural.
Y como no hay mejor aprendizaje que el de la experiencia, el efecto multiplicador de esta noble planta se rebeló de manera contundente.
Si una planta de Aloe Vera original, se multiplicó en una colección de más de 10 hijas y contando… cómo no expandir este aprendizaje para que otros disfruten de este verde recreo, abstraídos del mundo, ante el espectáculo de la vida que se abre paso a pesar de todo.
Bastaría con saber mirar más allá de lo que se ve con los ojos, como el secreto que el Zorro le dio al Principito:
«Porque no se ve sino con el corazón». «Lo esencial es invisible a los ojos».

«El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante».